En esta ocasión el gobernador dijo que ya había varios detenidos por el caso del bar Caballo Blanco. Sólo que esta vez guardó silencio prudente y no dio nombres ni apodos; esa prudencia pudo haber ensayado el día siguiente de la masacre.
El gobernador señala que corresponde a la Fiscalía General de la República dar los datos sobre los detenidos y dar a conocer los avances de la investigación. No obstante, el gobernador se ufana diciendo que él había prometido resultados y, aunque nada tuvo que ver su gobierno con las aprehensiones ni con la investigación, se va a colgar de los resultados de la FGR.