Lo dijo de manera tan categórica que los medios alquilados que repiten sus desatinos lo glorificaron como un adalid de la eficiencia. Pero resulta que Daniel “N” sólo es un distribuidor de droga que ya fue remitido ante las autoridades estatales. De ser responsable por la masacre de Caballo Blanco, Daniel “N” hubiera sido consignado ante las autoridades federales, pero no.
A Daniel “N” se le acusa de portar 300 dosis de droga; el acusado dice que se las sembraron y, de acuerdo con información de Ignacio Carvajal, a Daniel “N” lo torturaron y hasta lo vejaron sexualmente. Pero de la masacre de Caballo Blanco nada; y no lo quisieron acusar arbitrariamente para darle gusto al gobernador, porque al final el caso se les podría caer si no tienen pruebas. Así los desatinos del gobernador en 2020.