A la directora Académica del Cobaev ya la habían denunciado los mismos trabajadores ante el secretario de Educación y ante la opinión pública. La señora, que no tiene méritos para estar en el puesto que está, pues sólo le dieron el puesto porque fue compañera de posgrado del actual director del Cobaev. La señora es acusada de prepotencia, porque las que cargan con complejos de inferioridad, cargan con el lastre de la prepotencia.
«O trabajan como yo quiero o simplemente se van. Yo soy la directora y el director general me respalda en toda decisión que tome». La señora, quien sólo ha sabido armar discordia, quiere manejar al personal a su antojo, como si fuera una luminaria de la academia y la verdad su trabajo deja mucho que desear.
Los choferes que tiene asignados, porque la señora tiene chofer y auto del Cobaev, ya no la aguantan porque de manera arbitraria ella entrega el auto comisionado a sus hijos, y han sido varias veces que los choferes encuentran envases de bebidas alcohólicas en el interior del auto cuando los vástagos de la señora se los entregan. Pero eso a ella le importa poco, porque como ya se puso del lado de Érika Ayala, protegiendo a los aviadores de la lideresa del Cobaev, ya se siente intocable.
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