Mientras el presidente seguía pregonando “abrazos y no balazos”, los criminales se están erigiendo como jueces y verdugos, llevando a cabo juicios sumarios, sin necesidad de una defensa. En el cuerpo del menor dejaron el mensaje: “Esto me pasó por rata”. Las manos del joven ya no le podrán se implantadas, sólo se espera que el joven no pierda la vida, porque al cubrirlo de pintura le taparon los poros del cuerpo y al cortarle las manos se desangró.
Si bien esta acción de los criminales es completamente censurable, si debe llamar la atención a los jóvenes que se suman a estos grupos de delincuentes que se vuelven despiadados y que terminarán causandoles daño o la muerte.