¡Cuidado! A los jovencitos, sobre todo en la adolescencia, se les hace muy fácil andar presumiendo con los amigos que ellos pertenecen a un cártel criminal; lo presumen como si eso les diera estatus, como si con ello habría que tenerles miedo. Pero cuidado, esto podría acarrearles graves problemas. Se reporta que un niño de 14 años de una escuela secundaria de la alcaldía de Tláhuac en la Ciudad de México presumía a sus compañeros de escuela que él pertenecía a uno de los cárteles de la droga.
Vendía pequeñas dosis de mariguana y de cocaína y se decía respaldado por uno de los cárteles trasnacionales. Todo bien hasta que un día el joven fue levantado por los miembros del Cártel de Tláhuac. Al Junior, como le decían al chamaco, le dieron una buena escarmentada, lo golpearon y lo envolvieron en plástico, le pusieron una bolsa amarilla en la cabeza y lo dejaron en la puerta de su casa con un mensaje: «Que no se quiera sentir muy ver.. el hijo de pu…».
Las autoridades acudieron al lugar, pero los padres, gente humilde que vive de su trabajo, prefirió no meter denuncia, en fin, sólo fueron unos buenos golpes propinados a su hijo, quien se los ganó a pulso. Por supuesto, se espera que el joven haya entendido la lección. Esto ocurrió en la colonia Granjas en el sur de la Ciudad, donde por cierto los hechos delictivos están a la orden del día.
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