Para muestra basta un botón: se acuerda del desaguisado de las patrullas a precios estratosféricos, pues esa información, para su conocimiento, fue archivada para no hacer enojar al solitario del Palacio veracruzano. Es más, la encargada de la Contraloría interna es una funcionaria llamada Mónica Leslie Garibo Puga, quien en lugar de transparentar el uso de los recursos y de sancionar conductas ilícitas, se esmera por no contradecir al que le dio la chamba.
Por eso nos atrevemos a decir que, en Veracruz, la Cuarta Transformación aún no aterriza, ya que los preceptos morales de no mentir, no robar y no traicionar no se sienten en tierra jarocha. Ojalá y el máximo líder de la 4T exija resultados pronto y se sientan los beneficios, ya que los veracruzanos tienen buena memoria al momento de ir a votar. ¿O no?