Un debate añejo se ha desatado en redes sociales al descubrirse las imágenes donde se aprecia a los policías deteniendo al multihomicida Patrick Crusius, quien asesinara a más de 20 personas, dejando gravemente heridas a más de 26 personas. Crusius Portaba un rifle AK-47, de los llamados cuerno de chivo, utilizado por los narcotraficantes. Con esta arma disparó a personas indefensas en un centro comercial visitado especialmente por hispanos.
El multihomicida no tenía pensado sobrevivir, esperaba que algún hispano armado le disparara o que la misma policía le disparara. Pero eso no sucedió, antes bien Crusius se rindió y se entregó a la policía norteamericana, la cual, de manera muy civilizada, habló con él y lo introdujo en una patrulla.
Los usuarios de redes sociales señalan que de haber sido negro Patrick Crusius, los policías hubieran disparado a pesar de que éste se rindiera; a pesar de estar desarmado, a pesar de rendirse. Ponen el ejemplo de cómo trataron a un vendedor de cigarrillos de raza negra, quien fue inmovilizado y golpeado violentamente por cuatro policías, sólo por vender cigarrillos en la vía urbana. Así las cosas en el país ideal de Donald Trump.
Comentarios