Ya lo dice el dicho, dinero mata carita, y si ese dinero viene cargado de poder y drogas, pues más atractivo se vuelve el narcotraficante que siempre las prefiere bellas. El ejemplo por antonomasia de la mujer bella ligada a un capo es Emma Coronel, esposa de Joaquín el Chapo Guzmán, quien fue reina de belleza en su Sinaloa, pero además hija de Ignacio Nacho Coronel, otro narcotraficante de la zona.
Pero entre las bellas del narco también estuvo la exmiss Universo Alicia Machado, de quien se afirma tuvo una hija con Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, socio del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva. Y qué decir de Silvia Irabién, la famosa Chiva del programa de televisión Big Brother, a quien se le ligó sentimentalmente con Jorge Balderas Garza, alias El JJ, amigo de La Barbie, socio de Arturo Beltrán Leyva.
Laura Elena Zúñiga fue otra de las bellas del narco. Ella ganó Nuestra Belleza Sinaloa en 2008, pero ese mismo año fue detenida en Guadalajara junto con su novio y siete hombres a quienes se les decomisó un arsenal y miles de dólares. Maine de la Cruz es la bella más reciente, quien en su cuenta de Facebook compartía los viajes, lujos y armas que compartía con su pareja Édgar Herrera Pardo, alias El Caimán. Como ven, dinero sí mata carita, cocaína mata carita, poder mata carita, y todo junto conduce a la cárcel.
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