En la camioneta abandonada estaba la niña, la cual pusieron a salvo mientras el sujeto subió a una de las azoteas de la casa donde pretendió esconderse. La casa en realidad era un templo donde el sujeto estuvo un tiempo considerable amenazando con lanzarse en caso de lo quisieran aprehender. Pero vaya usted a saber cómo, pero alguien ató el pie del sujeto a una cuerda, de tal modo que cuando éste se lanzó, quedó colgado de la cuerda.
Cuando las personas acudieron para rescatarlo, y así entregarlo a las autoridades, uno de los que intentó bajarlo tomó una vara y empezó a darle con ella. Los vecinos que veían la escena empezaron a corear: «Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino…». De modo que quiso robar una camioneta y terminó de piñata.