Todavía en meses pasados, el portal de transparencia del SNTE señalaba que había 435 millones de pesos que le sobraron de la partida de más de tres mil millones de pesos que recibió del Gobierno Federal para promover la Reforma Educativa impulsada por el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto. No obstante, nadie sabe en qué cuenta bancaria está ese dinero ni se justifica qué se haya usado.
De manera que la pinza se va cerrando para los que vendieron a los maestros. Así que a nadie le sorprenda que sean llamados Soraya Bañuelos, quien estaba como apoderada legal, y al interino Alfonso Cepeda Salas, quien fungía como encargado de finanzas, para entregar cuentas de ese dinero. Ni hablar, salieron finos para el billete estos bribones.