Lo que se espera de parte de él son explicaciones de que se hizo con el dinero que el Gobierno Federal otorgó al SNTE, para las acciones de difusión sobre los beneficios y compromisos de la Reforma Educativa. Que alguien le recuerde que el sindicato recibió mil 50 millones de pesos de 2013 a 2018; además, se otorgó para las prestaciones de previsión social, fomento cultural, al ahorro, capacitación y actualización del magisterio 880 millones de pesos. Hasta el momento, sobre el tema se queda callado.
Y es que resulta paradójico para los miles de maestros, cómo un personaje que apoyó y fomentó la Reforma Educativa, y además le jugo a las contras a Morena, se sienta con la suficiente calidad moral para dirigir el destino del SNTE.
Lo que se le avecina a Cepeda Salas es la inconformidad del magisterio nacional, que finalmente son ellos los que mandan en el sindicato. Dice el dicho, «no hay peor ciego que aquel que no quiere ver» y Cepeda Salas no quiere reconocer que los maestros lo ven con un vulgar usurpador y traidor, que le jugó las contras a los maestros y al actual presidente de México.