Y aunque declaró en contra de la líder que le ayudó a crecer políticamente, sus acusaciones fueron desechadas. Sin embargo, Soralla Bañuelos quedó exhibida ante los maestros como lo que es, una verdadera traidora. Hoy que el viento no sopla a favor de la camarilla de Alfonso Cepeda Salas y de Soralla Bañuelos, y de que su traición ha sido manifiesta en todo el país, sólo les queda disfrutar del poco tiempo que les queda al frente del SNTE.
Saben que no cuentan con la venia del magisterio nacional, y que la figura de la mujer a la que traicionaron, crece y se fortalece en todo el país. De modo que el tiempo de entregar cuentas al magisterio nacional y, a la que por ley le corresponde estar al frente, se acerca cada día más. No hay de otra, tarde o temprano la simiente traicionera que dejó Juan Díaz de la Torre, se tendrá que ver las caras frente a frente y en las urnas, nada más y nada menos con la maestra Elba Esther Gordillo Morales.