Leslie Garibo, dos intenciones dolosas al negar consanguineidad del Cuic y su primo: Encubrir al gobernador y simular que cumplía con su deber legal

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Leslie Mónica Garibo Puga FOTO: JUAN DAVID CASTILLA

En el caso de Lesli Garibo, la contralora de Veracruz, el hecho de que el nepotismo no sea un delito en el código penal, no la exime de la responsabilidad por el incumplimiento del deber legal. La señora mintió, dijo que hizo una investigación minuciosa que la llevó a concluir que Cuitláhuac García y Eleazar Guerrero no eran primos, cosa que con el cotejo de las actas de nacimiento quedó desmentido.

El capítulo III del Código Penal de Veracruz en el artículo 319 dice claramente: «Se impondrán de uno a ocho años de prisión y multa hasta de doscientos días de salario al servidor público que deje de cumplir con los deberes inherentes a su empleo, cargo o comisión en perjuicio de los derechos de un tercero o en beneficio propio o ajeno». La señora intentó encubrir un hecho que el mismo Cuitláhuac García dijo, se estaba investigando, y lo dijo frente al presidente de México y ante los medios de comunicación.

El hecho de que el nepotismo no esté en el código penal de Veracruz no excusa que la señora haya mentido y haya simulado una investigación. Leslie Garibo, contralora de Veracruz, tuvo dos intenciones dolosas al decir que no había consanguineidad entre Cuitláhuac García y Eleazar Guerrero, la primera de encubrimiento al gobernador y su primo hermano, y la segunda mentir al hacernos creer que estaba cumpliendo con su deber legal. Por lo tanto, si se argumenta bien, la señora debe ser llamada a cuentas, por encubridora y mentirosa.

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