Esteban Acosta, mejor conocido como el dos derrotas, quiso llegar a la diputación federal para obtener impunidad y así librarse de devolver los 50 millones de pesos que en su momento le exigió la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano, por una obra que el presentó como completa, pero que en realidad se quedó terminada apenas en un 30 por ciento.
De hecho, el 20 de enero de 2017, Pedro Yunes Choperena emitió un oficio para pedirle al entonces alcalde de Banderilla que regresara los 50 millones de pesos que se quería transar y al final se transó. La obra en cuestión estaba denominada como “La Calera” y era parte del Programa de Rescate de Espacios Públicos. El dinero que Esteban Acosta no devolvió había salido de ese programa.
Después de ese oficio del 20 de enero de 2017, Esteban Acosta tenía ocho días para devolver el monto, cosa que no sucedió. El oficio quedó con copia para el encubridor de Lorenzo Antonio Portilla, titular del Orfis; pero Portilla tampoco ha investigado al exalcalde de Banderilla; vaya usted a saber qué enjuagues hicieron entre ellos.
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