Un niño de origen guatemalteco junto con su padre, su tío y su hijo, emprendieron el viaje, para lograr el supuesto “sueño americano”. Cristian, nombre del menor, narra a las autoridades mexicanas que en el camino iban siendo perseguidos, Cristian y su familia había contratado a un traficante de personas para que los cruzaran, pero éste los dejó abandonado; esto no los detuvo y contactaron a un pollero, pero la desgracia se hizo presente, Cristian y su familia habían caído en las manos de presuntos integrantes de los Zetas.
Los guatemaltecos, junto con Cristian, fueron llevados a Morelos, lugar donde mataron al padre de Cristian y desaparecieran a tío y a su primo; días después, la familia de Cristian recibiría una llamada de los delincuentes pidiéndoles 12 mil dólares a cambio de la vida de los cuatro, la familia juntó todo lo que tenía, pero ni así pudieron llegarle al precio, sólo juntaron ocho mil dólares.
Elementos policiacos encontraron a Cristian abrazando al cuerpo sin vida de su padre. Cristian fue llevado al hospital y se le encontraron heridas en el cuello, se cree que las heridas se deben a que los secuestradores ahorcaban a Cristian. La vida del menor se encuentra a salvo, y en Cristian recibe terapias de rehabilitación.
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