Sólo faltaría que la contralora dijera que las actas son falsas y que por lo mismo Cuitláhuac García y Eleazar Guerrero no son primos. En la primera investigación fallida, Leslie Garibo se llenó la boca citando a López Obrador: «No mentir, no robar, no traicionar». La contralora Garibo falló al menos en dos de estas premisas: Mintió y traicionó.
Mintió al asegurar categóricamente que no había consanguineidad; traicionó al pueblo de Veracruz al ponerse del lado de su patrón. Ahora sale a decir que teniendo las actas en las manos volverá a investigar. «Nada por encima de la ley», señaló. Pero quien miente una vez, miente dos veces, y la señora Leslie Garibo estaría dispuesta a encubrir nuevamente a su jefe. Su presunta investigación sólo sería para taparle el ojo al macho.