Antes de la minuciosa investigación, que realizara Libertad bajo Palabra, todavía el presidente delante los medios decía: «Nosotros nos sentimos muy satisfechos con el trabajo del gobernador de Veracruz, él es una bendición». Hoy, esa bendición ha sido exhibida por la prensa veracruzana, el gobernador ha quedado como un verdadero mentiroso.
No es necesario ser profeta, para adivinar que estos yerros serán aprovechados por la oposición. Por tal motivo, será necesario que el gobernador tome decisiones fuertes y se quite de encima a los funcionarios que sencillamente no le están sirviendo. No hay de otra, dice la Biblia «si tu ojo te hace tropezar, arráncalo, porque es mejor perderlo, que no entrar al reino de los cielos». El que entendió, entendió.