Historias de migrantes

Migrantes
Migrantes en la frontera de México FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Hablar de migrantes y migración es mucho más complejo de lo que parece, se puede abordar desde la conciencia del derecho de cualquier persona a buscar un mejor futuro para su familia o desde la realidad de los números siempre fríos.

Tal es el caso de mi familia, en la que como prueba de esa migración tengo una carta de mi bisabuelo donde relata con sus propias palabras el significado de abandonar su tierra, costumbres y realidad de niño de escasos 13 años que se ve obligado a buscar un mejor futuro a miles de kilómetros. Del relato de mi bisabuelo hay una parte que me rompe el corazón, lo único que le duele, en su vejez, es no haber vuelto a ver a su madre.

Otra historia de migrantes es la de mi abuelo Celestino, esta siempre que la recuerdo, debo confesar que me deja una lágrima y un sentimiento de tristeza y alegría.

Mi abuelo siempre que tenía ocasión nos platicaba de su infancia y su pequeño pueblo en Cantabria. Yo era apenas un niño y me encantaba escucharlo, tanto que en una ocasión le regalé fue un dibujo de España que calque de un viejo Atlas que había en casa, en donde ubique Santander, porque su pueblo, San Felices, no aparecía.

Ese mismo año que le regalé el dibujo murió mi abuelo. Recuerdo que lo estábamos velando pero faltaba en llegar una tía que estaba fuera de México, era urgente que abriera la caja fuerte, se requerían, supongo, papeles y documentos propios de esos momentos y esta tía era la única que sabía la combinación.

Yo apenas tenía escasos 10 años, pero todos estábamos con el trajín de la caja fuerte del abuelo. En mi ingenuidad me imaginaba los caudales y los billetes acomodados del tesoro mejor resguardado de mi abuelito, miles y miles de pesos y monedas y más monedas.

En el momento que llegó mi tía fue posible abrir la caja fuerte y tengo entendido que estaba vacía. Unos cuantos papeles sin la mayor importancia y sobre estos papeles una bolsita con un contenido extraño. Yo no estaba, pero mi mamá nos platica que cuando vio la bolsita la reconoció de inmediato y solo pudo decirle a sus hermanos que se trataba de la bolsa de tierra que ella le había traído de regalo cuando fue a España.

Y es que unos años antes mi madre tuvo la oportunidad de ir a España y visitar la casa donde mi abuelo nació, una pequeña casita en un caserío insignificante en Cantabria, en donde mi madre pidió una bolsa para guardar un poco de tierra que, como un sencillo regalo, se lo trajo a mi abuelo.

Nadie lo supo, ni siquiera mi mamá, pero esa bolsita con tierra, ese casi nada de España, para mi abuelo era el mayor tesoro que tenía, tanto, que decidió guardarlo en su caja fuerte como una de sus más bellas posesiones.

Supongo que en cada ocasión que abría su caja fuerte, veía esa bolsita y recordaba su infancia, posiblemente podía escuchar a su madre o ver su casa y casi oler sus bosques.

En el cementerio, en el momento de sepultarlo, recuerdo que junto con la tierra de su Coatepec, se unió un poco de la tierra de un migrante que nunca olvidó de donde venía, jamás pudo olvidarlo, así como siempre tuvo presente que México era también su casa.

Por esto es que hay que tener cuidado con el tema, migrantes somos todos, vamos o regresamos a un destino que muchas veces es nuestro mismo punto de partida.

Esto es hablando de la migración desde su aspecto más humano, si la abordamos desde los números fríos, claro que es buena idea que, como país contemos con una política migratoria ordenada, humana e inteligente.

Pero por supuesto que para empezar a construir esta política migratoria es indispensable dejar a un lado las ocurrencias y ponernos a trabajar con la seriedad y compromiso que nos obliga el México actual. No podemos un día recibirlos con mariachis y al otro ponerles al ejercito como policías migratorios para que no entren.

En otras cosas, claro que estoy de acuerdo con la Revocación de Mandato que propone el presidente, siempre y cuando se realice después de los dos años de gobierno. ¿Qué les parece en diciembre del 2021? Así hasta da tiempo de reglamentar bien que se tendría que hacer en caso de que pierda y se vaya a su rancho.

Ahora, si está tan seguro de ganar, pues mejor nos ahorramos el trámite y que se revoque su mandato.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *