Sonora acudió a la Alianza Ministerial de Spokane y sugirió que el Día del Padre se celebrara el 5 de junio, que era el cumpleaños de su propio padre. Los de la Alianza Ministerial de Spokane decidieron que la celebración se diera el tercer domingo de junio. Fue hasta el año de 1966, estando viva Sonora Dodd, que el presidente Lyndon Johnson proclamara la fiesta del Día del Padre, que desde entonces se celebra el tercer domingo de junio.
Seis años más tarde, Richard Nixon la incluyó en el calendario como una fecha oficial y permanente. Como era de esperarse los mexicanos no podían quedarse atrás y algunos comerciantes adoptaron esta celebración tomando como fecha el tercer domingo de junio, es decir, ya pasando la quincena.