López Obrador es muy claro, «cero influyentismo, cero nepotismo». ¿Y por qué tanto problema con el nepotismo? Pues porque a partir del nepotismo se da el tráfico de influencias, que es el influyentismo. Eso es precisamente lo que hizo Eleazar Guerrero Pérez, primo de Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz. Eleazar Guerrero colocó a buena parte de su parentela: hijos, primos, cuñados. Pero además, el influyentismo que se ha dado por la colocación del primo en la Subsecretaría de Finanzas le permitió poner a otros funcionarios públicos, la mayoría duartistas, en el gobierno de Cuitláhuac García.
El más grande activo de Andrés Manuel López Obrador es su fuerza moral. Otros podían poner a sus parientes en puestos relevantes de su gobierno y no ser sancionados. Pero con López Obrador no. Por eso dijo: «Nosotros tenemos que actuar con rectitud, no podemos ser tolerantes con actos de prepotencia. Cero corrupción, cero influyentismo, cero nepotismo, ninguna de esas lacras de la política».