Dice que el fiscal está coludido con el crimen organizado, pero hasta el momento no ha mostrado ninguna prueba y cuando la muestra es una prueba falsa o fallida. Han sido varias las ocasiones en las que Éric Cisneros acusa sin conocimiento, le muestran su equívoco y no siquiera se disculpa. Pero no se disculpa porque lo suyo es eso, lanzar vituperios, lanzar acusaciones falsas.
Harían bien las autoridades acusadas falsamente en guardar cada uno de los dichos de semejante sujeto para que, de una vez por todas, le tapen la boca con una denuncia formal. Un secretario de Gobierno no es impune, no es intocable, la ley lo puede alcanzar. Hasta el momento se vale de la pasividad y la incapacidad de Cuitláhuac García para hacer de las suyas. Porque sabe que Cuitláhuac le tiene más miedo al Bola 8 que al “Coco”.