Carlos Miguel actuaba de una manera que conectaba con el público y, con eso, poco a poco fue ascendiendo su carrera. Actuando en diferentes novelas, en su mayoría de villano en tramas como Dos mujeres un camino, Volver a empezar y Tú y yo, el exactor relata que su secuestro fue un “robo exprés”, ya que, así como cuenta Carlos, lo secuestraron cuando iba a pagar la colegiatura de sus hijas. Miguel fue llevado al banco donde los secuestradores le pidieron que retirara todas sus cuentas bancarias o de lo contrario iban a agredir a sus hijas o algo peor. Miguel accedió a la petición y perdió toda su fortuna.
Carlos Miguel, en dicha declaración, relató: «Como me abrieron todo el labio y me tiraron algunos dientes, el personaje no podía estar de esa manera, si algún productor me puede dar trabajo así, sin tendones, sin algún diente, de malo, de monstruo, de lo que quieran, pues adelante».