El problema, ya lo dijimos, es que López Obrador no mide a todos los funcionarios de la Cuarta Transformación con la misma vara. En Veracruz, en los casi seis meses que lleva la administración de Cuitláhuac García, se han dado casos de corrupción, influyentismo y nepotismo. A eso sume la gran ineficacia de muchos encargados de las secretarías, así como la inoperancia de ciertas áreas que a seis meses no saben para dónde jalar.
Si López Obrador midiera con la misma vara a todos los funcionarios de la Cuarta Transformación, en Veracruz ya muchos hubieran entregado sus renuncias, renuncias exigidas, porque si vamos a esperar que renuncien por dignidad, nos vamos a quedar esperando.