De hecho, han surgido versiones sobre la posibilidad de que en dos años Cuitláhuac García, su hijo discapacitado, pueda ser sustituido por el senador Ricardo Ahued y a los veracruzanos esa idea los entusiasma; de hecho, cualquier escenario donde Cuitláhuac deje de ser gobernador entusiasma a miles de veracruzanos. Quizá, porque los veracruzanos están comparando constantemente la eficiencia, el valor y el don de gentes de Ricardo Ahued con la ineficiencia, la pusilanimidad y cretinismo de Cuitláhuac García, es que López Obrador ha decidido hacer a un lado el punto de comparación.
Es por ello que lo manda a Aduanas, donde sabe que Ricardo Ahued desempeñará un buen trabajo; y es que sabe que ahí se requiere de un hombre honesto, pero también eficiente. Ahora, el Cuic va a seguir haciendo las suyas, “huy que mello”, diría él, pero estigmatizado, los veracruzanos lo seguirán viendo como hasta ahora él se ha mostrado, como un gobernador incapaz.