Armando Ortiz / Sólo falta que el exfiscal Luis Ángel Bravo se ponga a decir, como lo hicieran otros, que la justicia lo ha exonerado, que es inocente de todo cargo y que el pueblo veracruzano debería pedirle disculpas por las molestias causadas. El caso es que Luis Ángel Bravo, gracias a los vientos de cambio de la Cuarta Transformación, consiguió el beneficio de arresto domiciliario. Más adelante, como ha sido el caso de otros duartistas, podrá con un amparo echar para atrás su vinculación a proceso, lo que tampoco significará que ya es inocente y que ha sido exculpado. El proceso penal en contra de Luis Ángel Bravo habrá de proseguir. El exfiscal duartista es acusado por el delito de desaparición forzada de personas. Hasta el momento las estrellas se le alinean al exfiscal, quien desde el 2018 ha promovido amparo tras amparo para poder obtener su libertad. Por fin, la tarde de este miércoles 22 de mayo obtuvo la libertad, pero sólo para seguir recluido en arresto domiciliario. Se comenta que el exdirector de servicios periciales, Gilberto “N”, el que fue torturado con música de Maluma, según su abogado Reyes Peralta, también podría salir del penal en el que se encuentra recluido.
Cuitláhuac se burla de reporteros, les dice: “Huy que grave que no haya respondido”
Claro que es grave que una Secretaría de estado o cualquier instancia gubernamental no responda los reclamos de la ciudadanía; es grave que una dependencia oculte información a los ciudadanos. Es más grave que con el propósito de ocultar información el gobierno de Veracruz catalogue dicha información como “reservada”. Pero para el gobernador Cuitláhuac García eso no le parece grave, al contrario, le parece digno de burla. Un grupo de reporteros le preguntaba al gobernador sobre el tema de la compra de patrullas, al mismo tiempo le reclamaban que la información no fluyera por los canales adecuados, antes bien que esa información la catalogaran como “reservada”. Cuando el reportero le quiere explicar cuando una información debe considerarse reservada, el gobernador se ríe, agita las manos como si tuviera miedo y le dice: “Huy que grave que no haya respondido”, después suelta una de sus carcajadas nerviosas. Los reporteros le piden seriedad, porque el asunto merece seriedad, pero el gobernador sigue con su actitud infantil, como si gobernar un estado fuera un juego de niños.
Max Trejo, un arribista con suerte; se cuela a la 4T. En el gobierno de Duarte era representante honorario de Veracruz para Europa e Iberoamérica
En el 2014 Max Trejo era Max representante honorario de Veracruz para Europa e Iberoamérica. Ese puesto se lo otorgó Javier Duarte a quien en ese momento se presentaba como el secretario general de la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ). ¿Para qué sirve eso? Prácticamente para nada, la OIJ es un invento de jóvenes arribistas que sirve para que estos se presenten como representantes de los millones de jóvenes de al menos 21 países; y funciona, porque algunos gobernadores y mandatarios en realidad se creen esos cuentos de representatividad. Pero, ¿por qué lo hizo Javier Duarte representante honorario de Veracruz para Europa e Iberoamérica? En los corrillos de Palacio se hizo común la broma de que el muchacho era el nuevo “chichifo” del entonces gobernador. Max Trejo es un arribista sin convicciones, bien puede hacer tratos con el gobierno de Felipe Calderón que con el de Enrique Peña Nieto. Bien puede ser representante de uno de los gobernadores más corruptos en la historia de México, que sumarse al gobierno de la Cuarta Transformación. Max Trejo, un agarrapendejos profesional, le vendió la idea a López Obrador de que una alianza entre el gobierno federal con la empresa Nestlé en Veracruz beneficiaría a 30 mil jóvenes. Por supuesto, al menos en Veracruz falta ver lo que dicen los cafetaleros de la zona de Coatepec, pero de entrada el amigo de Karime Macías, supuesto “chichifo” de Javier Duarte y ahora joven ejemplo de López Obrador, ya se montó en la Cuarta Transformación
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