Cuando llegó a ser director de Difusión Cultural de la UV debió renunciar a ese sueldo, pero lo siguió cobrando. Ahora sigue refugiado en la UV, cobrando en la UV, donde lo quitaron de Difusión Cultural debido a sus problemas con el alcohol, y sigue cobrando sus 34 mil pesos mensuales sin ir a trabajar. Todavía, en el informe del primer trimestre de 2019, “Chico Julio” Mendoza aparece cobrando en el Cobaev.
Esto lo hemos venido denunciado desde hace años, desde 2012. No es como algunos insulsos dicen que fue Zenyazen Escobar el que lo descubrió, ese debería atender los casos de nepotismo en su secretaría. En los tiempos que hicimos la denuncia ninguna autoridad actuó, pues Érika Ayala siempre supo negociar con los directores del Cobaev, siempre supo repartirse las tarjetas de Banorte, medio que usaban para sacar el dinero de la institución. ¡Pero esa es otra historia!