El trágico suceso de Cuernavaca, Morelos, que cobró la vida de dos personas, junto con algunos heridos más, es una constante y creciente problemática que ha dado como resultado una debacle en la confianza que el pueblo tiene en sus gobernantes. Un joven de Cuernavaca se ha acreditado un lugar en el lado oscuro de la sociedad. De nombre Maximiliano Hernández, con una edad aproximada a los 22 años, es el autor de los homicidios de Jesús García y Roberto Castrejón, el pasado 8 de mayo en la Plaza de Armas.
A través de la red social Facebook, donde se puede hallar el perfil de este delincuente con el nombre “Max Hernandez”, se pueden observar fotografías de él y sus seres cercanos. Sin embargo, en muchas de las publicaciones recientes, se lee en los comentarios todo tipo de acusaciones, frases de odio hacia él, de desaprobación e incluso de lastima. Asimismo, en su perfil se alcanza a ver la ocupación actual de este joven, donde dice ser “Supervisor en Yo Amo La Marihuana, El Rap y El Graffiti”, una página de Facebook dedicada a estas cuestiones. En YouTube, se puede encontrar un trabajo de Rap de este joven criminal con el título “EL BARRIO SABE DE MI //NUGGAS ft. HARTO//MENTE URBANA”. En la letra se nota el menosprecio que Max tiene a las autoridades, a los vicios, incluso a la muerte; cantando frases en son de mofa a todo ello.
Lamentablemente muchos jóvenes, no sólo de Cuernavaca, sino de todo el país, están viviendo situaciones similares. La esperanza que se tiene en la juventud para el México del mañana, de repente es opacada por la inclinación que muchos tienen hacia los malos caminos, siendo la ociosidad de estos, la puerta de entrada hacia ese mundo de desvió y desenfreno. López Obrador apuesta a jóvenes así para que se unan a sus programas sociales, tristemente muchos no lo están haciendo, y como Max Hernández, toman la ruta fácil para vivir con comodidad, libertinaje y anarquismo.
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