Hasta el edificio de República de Venezuela en la Ciudad de México, donde se encuentra refugiado el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, retumbaron las palabras que tal pareciera que les hubiera dedicado el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es que, en su conferencia mañanera de este jueves, el presidente dijo: «No habrá venta de plazas ni tráfico con las plazas ni charrismo sindical, no habrá sindicatos protegidos por el gobierno, es un cambio por completo, no habrá entrega de dinero a dirigentes para mantenerlos, no habrá maiceo».
Que no se olvide que mientras los maestros disidentes recibían los madrazos por oponerse a la Evaluación Docente, que venía dentro de la Reforma Educativa como caballo de Troya, el líder del SNTE, Juan Díaz de la Torre, recibía dinero del Gobierno Federal, por eso no se movió para defender a los maestros. Resulta que la Secretaría de Educación Pública (SEP) le dio al SNTE mil 250 millones de pesos para divulgar virtudes de la Reforma Educativa. Por eso las palabras del presidente seguramente calaron hondo en la gente de Alfonso Cepeda.
«No hay riesgo de que el sindicato meta mano en el reparto de plazas porque se ajustará a lo que se va a aprobar en las leyes, porque faltan las leyes secundarias», aseguró el titular del Ejecutivo federal. También, afirmó que con este nuevo modelo educativo se busca tomar en cuenta a los maestros y convencer que, para mejorar en la materia, es necesaria la participación de la ciudadanía. Pues como dijo, Santo Tomas, hasta no ver no creer.
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