»No solo viviendas: hoteles y restaurantes podrían volverse insalubres. La red de suministro actual es precaria, el agua que llega a los hogares, aún en temporada de lluvias es dudosamente potable y no se cuenta con un sistema de almacenamiento de agua que corresponda a la demanda del número de habitantes, y por lo menos turistas. Se ha negociado con las autoridades locales y como medida de emergencia, el Carnaval de Mayo y otras festividades podrían cancelarse: los fondos reservados a su planeación, podrían ser así utilizados para tomar medidas críticas de urgencia y realizar reparaciones y mejoras en el sistema de abastecimiento y retención de agua.
»Todo indica que no hay solución inmediata aparente: en la ciudad se siente un ambiente de incomodidad por los malos olores que comienzan a percibirse, así como de incertidumbre en cuanto al porvenir de la situación. Muchos ciudadanos esperan que llueva, que las autoridades puedan encontrar una solución inmediata o un milagro por esta situación que, si bien causa malestar en este momento, a futuro podría empeorar y ser aún más crítica».