Son muchos los informes que le han llegado a López Obrador, en donde lo enteran del nepotismo, los índices de delincuencia y los intentos de corrupción. Ya ven lo que se dice en la prensa, que Cuitláhuac García para López Obrador es como «un dolor de muelas». Apenas, a cuatro meses del gobierno, sale un intento de Plan Veracruzano de Desarrollo; seguimos siendo el primer lugar en secuestros y feminicidios; no se ve obra ni proyectos, sólo reencarpetamientos; nada se ha hecho en contra del nepotismo.
De todo ello está enterado López Obrador y por ello tiene que venir a Veracruz para levantar un poco la imagen de su gobernador impuesto. Sin embargo, AMLO está obligado a disimular y decir que todo va bien, que Cuitláhuac García es un gobernador extraordinario, sí, como los cuentos de horro de Edgar Allan Poe.