En la política mexicana nada es fortuito, gratuito ni mucho menos casual. La irrupción de la poderosa líder magisterial a la palestra política está bien estudiada. Como dijera el famoso y entrañable personaje de Roberto Gomes Bolaños, El Chapulín colorado, «sus movimientos están fríamente calculados» Y es que la maestra Gordillo sabe que cuenta con un valioso capital político que acumuló mientras estuvo tras las rejas. Si el gobierno de Enrique Peña Nieto pensó que, de esa manera, la famosa mentora doblaría las manitas y se alejaría de la política, sencillamente se equivocó.
Es más, a los mexicanos les encanta hacer héroes de las víctimas. Y la nefasta redada contra la maestra la coloca en el ánimo de los maestros. Ahora se sabe que el propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño Mayer, fueron los encargados de leerle la cartilla a Juan Díaz de la Torre para que traicionara a la mujer que le dio una carrera política y que lo encumbró en lo más alto del SNTE. Hoy, con la victoria arrolladora de Andrés Manuel López Obrador, la maestra Gordillo cobra nuevas fuerzas. Los vientos de la 4T soplan a su favor.
Pronto recuperará sus fueros, tendrá su propio partido y será un contrapeso político en el nuevo escenario dominado por Morena. Hoy la maestra pisa fuerte y sus detractores tendrán que hacerse a un lado. Y aunque muchos no lo quieran aceptar, la maestra Elba Esther Gordillo Morales es apoyada por miles de maestros en todo el país y, además, es aliada del presidente más poderoso de América latina. Así que quieran o no, hay maestra para rato.
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