En el caso del gobierno de Cuitláhuac García no tendremos que esperar a que pasen los años, no tendremos que esperar a que la historia lo juzgue, porque a Cuitláhuac García ya lo está juzgando el presente. No lleva ni cien días y ya el presente lo ha calificado de inútil, cobarde, mentiroso, incongruente, flojo.
Inútil lo llamaron los pobladores de Chinameca (bueno hasta de pendejo lo tildaron); cobarde porque ya huye de las masas que lo cuestionan, de los reporteros y de los problemas; mentiroso porque dice que los veracruzanos vivimos seguros, pero en el Senado afirma que hay más de seis cárteles asolando a la sociedad veracruzana; incongruente porque un día se opone a que el Ejército salga a las calles, y otro día apoya la Guardia Civil, que incluye al Ejército en las calles; flojo porque los fines de semana sólo piensa en su “sabadaba” y no se puede parar temprano para ir a las reuniones de Seguridad que son muy temprano por la mañana.