Imagine que un día tiene que tomar un avión para trasladarse a otro destino y se encuentra con la sorpresa de que su compañero de viaje será el mismísimo López Obrador, ¿qué sentiría? A muchos seguro que les daría gusto, es más, muchos no dudarían en hacer todo lo que esté en sus manos para poder acercarse y tomarse con él la famosa selfie. Pero quienes no disfrutan para nada este tipo de situaciones son algunas azafatas y personal de seguridad de los aeropuertos, de hecho, de acuerdo con algunas declaraciones que se han filtrado, cada vez lo padecen más.
En varios medios circulan las declaraciones de algunos miembros de la tripulación que le ha tocado trabajar durante los vuelos de AMLO, y han confesado que viajar con él no es para nada cómodo ni seguro porque la gente no hace caso a las indicaciones de seguridad. Han dicho que se paran, que abarrotan el pasillo haciendo fila para pasar a saludarlo, y que otro de los problemas a los que se enfrentan son los reporteros, que con sus cámaras de video y fotografía ponen en riesgo la seguridad del resto de los pasajeros.
Quienes tampoco están muy contentos son los guardias de seguridad de los aeropuertos, quienes ya han manifestado el temor de no poder mantener el orden en las salas de espera, pues la gente se abalanza sobre el presidente, lo que hace casi imposible que los pasajeros obedezcan las indicaciones. Y con eso de que al mandatario no le gusta ir escoltado, los policías del lugar no tienen ni la más pequeña probabilidad de proteger a López Obrador. Esta es la otra cara de viajar con el jefe del ejecutivo federal, mientras los ciudadanos lo disfrutan, el personal lo padece.
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