Lo anterior lo decimos porque de nueva cuenta el presidente fue abordado en un aeropuerto por varios medios de comunicación, y una reportera lo cuestionó acerca de si buscará repatriar al capo o no, y él de plano no quiso decir nada. “Mañana hablamos”, fue lo que respondió el mandatario, pero paso el día y no hizo ninguna mención sobre el asunto. Recordemos que Joaquín Guzmán fue declarado culpable por 10 delitos, y ha sido sentenciado a cadena perpetua, condena que deberá cumplir en una prisión de EEUU.
Mejor que ni se haga ilusiones doña Consuelo porque ni de chiste López Obrador se pondría a cabildear ante el gobierno estadounidense para que nos regresen al narcotraficante. Y en el hipotético caso de que lo llegará a hacer, de inmediato el gobierno americano se opondría a la petición, seguro que no confían para nada en las cárceles mexicanas, y razones de sobra tienen para no hacerlo. Mejor que allá se quede, no vaya a ser que lo manden de vuelta y se vuelva a escapar por tercera vez; para que nos arriesgamos.