¿Fiesta o Seguridad?

Fiesta
Fernando Yunes Márquez; Cuitláhuac García Jiménez FOTO: LOS POLÍTICOS VERACRUZ
- en Opinión

Brenda Caballero / Déjeme hacerle una pregunta: Si en este momento tiene dinero, una muy buena suma de dinero… en qué invertiría teniendo estas dos opciones: ¿Hacer una fiesta o gastarlo en la seguridad de su casa?

Antes de que me responda, piense… porque a lo mejor viene el cumpleaños de su retoño o de su pareja; a lo mejor sale a mediados de año el niño de la primaria, secundaria o prepa y pues eso es algo que nomás se vive una vez, ¡como los quince años! ¡O qué decir el Día de las Madres! ¡El del Padre! ¡Su propio cumpleaños!

Entonces… quizás ese sistema de alarma en ventanas, puerta, patio pueda esperar… 

Ahora sí, ¿ya tiene la respuesta?

Sin duda la respuesta va a depender de la situación en la que uno viva actualmente, donde muchas familias, parejas o matrimonios a lo mejor ya ni celebraron este pasado Día del Amor, pero tampoco se esté en las condiciones de quizás hasta ponerle otro cerrojo a la puerta

¿A qué viene todo este cuento…?

A ese roce entre el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez por el próximo carnaval.

Hace poco, un grupo de empresarios porteños salió a «reclamar» el nulo apoyo económico por parte de Gobierno del Estado, pero la misma prensa los puso en aprietos cuando fueron cuestionados de cuánto es lo que invierten ellos en la fiesta más alegre del mundo, nuestro Carnaval veracruzano.

Por su parte, Cuitláhuac García dice que el único apoyo que ha de dar al Carnaval, será de difusión por los medios oficiales y con desplazamiento de elementos de Seguridad Pública, pero se rehusó a dar «un moche»… así lo dijo él.

No me crean, pero dicen que en la pasada fiesta de la Candelaria, ocurrió lo mismo… ¡no se mochó con el alcalde de Tlacotalpan! El único apoyo que dio, fue con policías y agentes de tránsito… ¡no más!

Por supuesto que el Carnaval debe contar con el respaldo de grandes empresas como las refresqueras y cerveceras. Me refiero en especial a éstas, porque es lo que abunda en las carnestolendas… digo, no me malinterprete, pero al calor de la fiesta, si no se antoja un refresco, ¡a lo mejor una chela!

Admito desconocer cómo se organiza una fiesta como ésta, pero de lo que he leído, en países como Brasil, los bloques o comparsas, durante todo un año, trabajan para obtener fondos que les permitan participar con sus fantásticos carros y fastuosos trajes, muy aparte de sus bailes

En el de Venecia, hace algunos años, por el recorte del 40 por ciento que el Gobierno hizo a esta fiesta, se vieron obligados a buscar patrocinadores y curiosamente, el número de voluntarios se incrementó en esa crisis.

El Carnaval de Barranquilla, considerado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, se apoyaba en 50 patrocinadores, entre grandes empresas y pequeños y micro proveedores, sin contar aquéllas que hacen labores de «culturización» entre los pobladores para darle realce a la fiesta…

Acá, en Veracruz, el alcalde Fernando Yunes anunció la reestructuración de algunas cosas en el Carnaval, como la cancelación de contratos a 20 orquestas de salsa que estarían a lo largo del bulevar… quedan fuera 10 carros alegóricos, equipos de sonido, tractores y plantas de luz

Suena drástico, sí, pero si el Gobernador ya tomó una decisión, el alcalde debe de ver la manera de sacar adelante el Carnaval como el mismo Cuitláhuac debe ver la manera de sacar adelante a Veracruz, pues la situación de inseguridad en todo el estado, pero principalmente en Coatzacoalcos, se agudizó con el asesinato de la empresaria Susana Carrera.

Imagino que también el mismo gobernador debe cuestionarse: fiesta o seguridad.

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