AMLOver, un presidente cercano a su pueblo

El presidente López Obrador saludo a un niño en bicicleta mientras hacía el recorrido de la Marcha de la Lealtad con los mandos de las Fuerzas Armadas FOTO: WEB

Durante décadas, mientras el presidencialismo imperialista recalcitrante rayaba en el culto a la personalidad, el acceso a al Ejecutivo federal por parte de la gente del pueblo era casi inaccesible. Los miembros del Estado Mayor Presidencial eran una valla inaccesible, y no permitían que ningún ciudadano se acercara o tocara al Ejecutivo federal. Esa fue la forma de conducirse de los presidentes priistas y panistas. Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador ha tenido el acierto de introducir cambios en la desgastada y repudiada “forma de gobernar” y de conducirse con los gobernados. Quizá lo que mejor ha hecho el presidente es quitar la lejanía a la investidura presidencial, sin que le pierdan el respeto.

Puede ser campechano, tomarse un agua de piña a media carretera o jugar una cascarita de beisbol en un diamante de tierra, o comerse unos tacos de barbacoa en un sencillo restaurante, pero no hay falsas poses o vulgaridad ni arrogancia en su manera de conducirse. Llama la atención que la gente del pueblo se le acerca sin reparos, con ganas de abrazarlo y saludarlo.

Ejemplo concreto, que refleja el sentir de la gente del pueblo, es la imagen que circula en las redes sociales, donde un niño en su bicicleta circula a la par de un poderoso carro del ejército mexicano que transporta a la crema y nata del Ejército mexicano y al jefe de las Fuerzas Armadas. Los militares se ven sorprendidos, en contraste, se logra apreciar al presidente con una sonrisa dirigiendo un saludo al pequeño ciclista. Bien por esa postura de acercamiento con el pueblo.

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