Cómo es posible que ahora los lacayos del Congreso estatal salgan a defender al secretario de Gobierno afirmando que «no existe ningún acuerdo entre el secretario de Gobierno y ayuntamientos en donde firme una cantidad superior a la que le estén entregando». Nadie está diciendo que el secretario de Gobierno se vaya a quedar con el dinero que corresponde a los ayuntamientos. Es válido que los ayuntamientos puedan convenir con el Ejecutivo en recibir una cantidad menor de la que exigen, siempre que los ayuntamientos lo hayan consultado con sus gobernados, con su cabildo.
Pero los ciudadanos, como sucedió en Chinameca, son los últimos en enterarse de los acuerdos en lo oscurito de quienes los gobiernan. ¡Ah, pero cuidado y se enteren, porque a los ciudadanos no se les engaña con “espejitos” y cuentas de vidrio! Aquí lo que se acusa es la manera gansteril como actúa el secretario de Gobierno, amagando a los alcaldes que no aceptan ese convenio de “buena fe”, orillándolos al olvido y al desdén del Gobierno Eestatal.