Como recordará, los migrantes ingresaron a territorio mexicano hace ya varias semanas con el firme objetivo de llegar a la ciudad de Tijuana. Posteriormente, planeaban ingresar a Estados Unidos, pero esto último no lo han conseguido debido a las medidas de seguridad que el gobierno de Donald Trump mantiene en la frontera. Algunos han regresado a sus países de origen, otros se han dispersado, y muchos más siguen alojados en albergues a la espera de que se resuelva su situación legal. Y a ver cómo se pone la cosa, pues se espera que en las próximas semanas salga un nuevo contingente de migrantes con rumbo nuestro país.
Aunque los discursos xenofóbicos del alcalde de aquella ciudad han bajado, la polarización entre la sociedad y los grupos de migrantes no ha bajado, aún se pueden escuchar manifestaciones de rechazo a su presencia. Pese a todo, las autoridades mexicanas se mantienen atentas para apoyar y brindar atención humanitaria a las personas que se mantienen en los albergues. Algunos medios locales han reportado que se han generado algunos enfrentamientos, pero no han pasado de agresiones verbales. Esperemos que sigan así, porque en nada abonará que las cosas suban de volumen