Lulu es en nombre de la perra, quien, pese a los premios y estimulaciones de los profesionales dedicados a su profesionalización, simplemente se negó a aprender todas las tácticas para salvaguardar la vida de las personas. Luego de que fuera despedida de su trabajo, el animalito fue adoptado por una de las personas que la entrenaban, y llevada a una casa lejos de las instalaciones de seguridad. Ahora ella lleva una vida normal, y se la pasa corriendo en los jardines, jugando con niños y persiguiendo animales como gatos y ardillas.
Hay un dicho popular mexicano que dice: lo que es para ti, aunque te quites y lo que no es para ti, aunque te pongas. Este caso se ha vuelto famoso porque demuestra la veracidad de la frase que le compartimos; la quisieron poner a trabajar en temas de seguridad, pero ella demostró que, aún con todos los esfuerzos hechos, ella no tenía la vocación para realizar las tareas encomendadas, lo suyo es salir a pasear y disfrutar de la compañía de sus amigos humanos.