Topacio Citlali Hernández fue la última manifestante que cerró una vía de comunicación en el gobierno de Yunes Linares. En los tiempos de Javier Duarte de Ochoa Topacio hizo lo que le vino en gana. Con diez o quince personas cerraba la calle de Enríquez, ocasionando un caos que afectaba a miles de automovilistas. Su tragedia se dio cuando con su pseudo organización Arco fue a cerrar la avenida Lázaro Cárdenas, frente a la SEV, para exigir que la administración de Yunes Linares le diera plazas administrativas a sus huestes.
Pero el colmo fue cuando la señora se puso a cobrar peaje a los camioneros para que pudieran pasar. Hoy Topacio Citlali regresa con su segundo aire y exige que le regresen la plaza que le heredó su madre en la Secretaría de Educación, lo mismo quiere para su hermana y si se la dan, también la pedirá para otros integrantes de su familia.
Topacio Citlali agarró valor para manifestarse una vez que se dio cuenta que el gobierno de Cuitláhuac García será demasiado tolerante con los manifestantes. Ya ve usted lo que pasó este jueves, día en que se manifestaron los de las guarderías y no se les molestó para nada.
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