Afortunadamente un ángel avisó a José, esposo de María, para que huyeran hacia Egipto donde estarían a salvo de las intenciones de Herodes. A pesar de ello, la sentencia de Herodes se cumplió y se asesinó a toda una generación de niños hebreos. Pues esta trágica conmemoración se fue convirtiendo con el tiempo en una celebración lúdica, donde se agarra de inocente a la persona que se descuide, ya sea pidiéndole algo prestado y no devolviéndolo, o jugarle alguna broma pesada, como la famosa billetera clavada al suelo en los parques de la ciudad.
Pero los medios de comunicación también se prestan para agarrar de inocentes a sus lectores, de modo que mañana bien se podría usted encontrar con que a Javier Duarte ya lo dejaron libre, o que Karime Macías ya se entregó a la justicia o que Cuitláhuac García ya conectó su cerebro con la realidad, o que Zenyazen Escobar ya regresó al mundo de los strippers. Así que cuidado, no lo vayan a agarrar de… inocente.