Como bien le informamos, luego de los dichos del presidente, políticos, periodistas y usurarios en general de las redes sociales le exigieron al presidente evitar hacer ese tipo de aseveraciones pues solo abonan a la crispación social que prevalece en el país. De inmediato, la lucha entre simpatizantes y críticos del gobierno federal se convirtió en tendencia nacional, y en estos momentos continúa el intercambio de mensajes entre unos y otros. Algunos analistas políticos se han pronunciado sobre la ausencia del presidente en el acto luctuoso de la ciudad de Puebla, argumentando que, como presidente de los mexicanos, era su obligación estar ahí.
Denise Dresser, por ejemplo, escribió en su cuenta de twitter un mensaje en el que opina sobre el actuar del mandatario; «En estos momentos de crisis como el que se vive por Puebla, el Presidente debería tener mayor estatura moral y nobleza de espíritu que sus contrincantes partidistas. Para eso es el Presidente; para unir y reconciliar y tender la mano en un país desconcertado que busca luces y liderazgos», fue lo que publicó. Hoy, López Obrador ha salido a reconocer que no estuvo bien haber llamado “mezquinos” a sus detractores, pero los ha llamado “canallas”, es decir que las descalificaciones van a seguir.