Fue así como él prefirió dejar a un lado los trajes, las togas y las formalidades, para mejor llegar vestido como Rebel Mörk. El ahora diseñador incursionó en el arte del drag desde hace algunos años y confesó a los medios locales que “el drag es ir más allá de una transgresión; es marcar una diferencia e inspirar a los demás. Porque no es fácil vivir en un estado machista y por ende lidiar con personas que no están preparadas para convivir con una comunidad diversa”.
En pocos días hemos sido testigos de los dos extremos de la tolerancia; en Nuevo León podemos ver el ejemplo claro de la aceptación y el apoyo social. En el otro extremo, en el de la intolerancia, nos encontramos con mensajes como los del boxeador homofóbico que dice que no soporta a los gays, y el caso de Morelia, en donde la homofobia ha llegado al crimen de odio en contra de quien en vida tuvo preferencias sexuales y una ideología diferente al de la mayoría de la población. Aboguemos por una sociedad con más casos como el del regiomontano, y ninguno como el del morelense.