Al menos ese es el sentir del nuevo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y sus diputados y senadores afines a su política educativa. En estos días, se cierra un capítulo vergonzoso que atento contra los propios maestros. Hay miles de historias donde se demostró el valor de muchas maestras que salieron a las calles a protestar contra este amasijo de leyes punitivas. Maestras y maestros que fueron hostigados por sus propios directivos y compañeros de trabajo.
Hoy se les reconoce su entrega y su lucha, sin duda, ellos pasarán a formar parte de los libros de historia cuando se hable de la caída de una de las reformas más lesivas. Los libros de historia, tarde o temprano, tendrán que reconocer la lucha del magisterio mexicano contra la Reforma Educativa.