Pese a que el Congreso de Puebla había informado que ya se tenía todo listo para la toma de protesta de Martha Erika Alonso como nueva gobernadora, ella prefirió hacerlo a puerta cerrada, sin más presencia que la de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de aquel estado. Así, sin la presencia de sus simpatizantes ni la de los legisladores, la esposa de Rafael Moreno Valle se convirtió en la primera mujer gobernadora de esa entidad, y en la primera panista en conseguir el cargo. Llamó la atención que la ceremonia se realizó a la media noche ¿será que tuvo miedo de que le armarán un escándalo?
Recordemos que apenas hace unos días el TEPJF decidió legitimar la elección en Puebla luego de que Morena denunciara falta de certidumbre en el proceso electoral. En su momento, los morenistas acusaron a las autoridades locales y al senador Rafel Moreno Valle, de haberse entrometido en la jornada. De nada valieron los argumentos y pruebas presentadas porque el triunfo de Martha Erika fue ratificado. Luego de rendir protesta, la nueva gobernadora inició con los nombramientos de los funcionarios que la acompañarán, y entre ellos hay muchos morenovallistas.
Ya varios medios han dado cuenta de que en las áreas estratégicas del gobierno han sido colocados ex colaboradores del sexenio de su marido. Lo anterior en nada abona a la imagen de que este será un gobierno independiente y alejado de la sombra del pasado, por el contrario. Los nombramientos de estos personajes solo abonan a la percepción de que el sexenio que inicia será una extensión del de su marido, algo que la oposición ha acusado desde la campaña. Nada bien pinta esta administración que inicia a escondidas y casi casi que “en lo oscurito”.
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