El SNTE movió toda su maquinaria electoral, llámese turquesa, tricolor, o verde en contra de Andrés Manuel López Obrador. Algunos de sus miembros destacados figuraban en las listas de candidaturas a diputados y senadores, todos ellos mordieron el polvo de la vergonzosa derrota. El propio líder y expresidente malogrado, pretendía obtener fuero mediante la fuerza turquesa de Nueva Alianza, partido que, al perder el registro por su baja votación, pasó a mejor mundo. Alfonso Cepeda siempre estuvo apoyando a quien hoy remplaza interinamente en la presidencia del SNTE.
En contraste, personajes identificados a la maestra Elba Esther Gordillo Morales, como Tomás Vázquez Vigil, Moisés Jiménez Sánchez, Rafael Ochoa Guzmán, sin hacer menos al propio yerno de la Maestra, Fernando González Sánchez, y a René Fujiwara, todos ellos trabajaron a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Es cierto que el próximo presidente de la República debe abogar por una “reconciliación”, sin embargo, no es fácil perdonar a los traidores; bien lo dice el pueblo, quien traiciona una vez, traiciona dos veces. Y si añadimos que el equipo del defenestrado Juan Díaz y Alfonso Cepeda apoyaron la mal llamada Reforma Educativa, se podrá entender, porqué le temen a unas elecciones libres y democráticas. Es seguro que muy pronto veamos un nuevo liderazgo y un nuevo rostro en el SNTE.
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