Mis queridos y estimados maestros, ustedes habrán de disculparnos, pero les vendimos gato por liebre, ya nada más falta que eso digan los consejeros del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Resulta que la bien pagada Consejera Presidenta del INEE, Teresa Bracho González, reconoció que la Evaluación del Desempeño Docente de la Reforma Educativa, es «de orden laboral», tal como lo estuvo denunciando el magisterio.
Se sabe que en una entrevista para La Jornada, Bracho González, ahora destaca las bondades de una evaluación con un enfoque diferente, que «pone énfasis en el trabajo formativo y la cercanía de la retroalimentación con el docente en relación a sus resultados». En otras palabras, una evaluación light, sin la parte punitiva y estimulando a los maestros con mayor desempeño. Se trata dijo, de un modelo de evaluación docente que no tiene sanciones.
Tuvieron que pasar más de cinco años y cientos de marchas a lo largo del país, y sobre todo una advertencia de que el INEE desparecerá, para que finalmente, sus flamantes consejeros reconocerán que impulsaron una evaluación de “orden laboral”. A otro perro con ese hueso, allá los maestros si se van con la finta.
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