A pesar de los múltiples esfuerzos para disminuir la agresión contra las mujeres, ésta no cesa y, por el contrario, pareciera incrementarse cada día. Mientras por un lado escuchamos noticias sobre la Alerta de Violencia de Género que, por cierto, 13 estados la tienen declarada y otros más están en espera de analizar la solicitud, por otro lado, escuchamos casos escabrosos de feminicidios en esos y otros estados. Lamentablemente, este fenómeno se ha acompañado de una cobertura por parte de algunos medios en donde se da prioridad al morbo dando pie con ello a la revictimización de las mujeres.
Hace poco supimos de una chica que apareció en una maleta y los detalles de las notas eran lastimosos sobre todo para la familia enlutada, pero peor aún fue la «investigación» realizada por un medio nacional de gran prestigio que publicó fotos tomadas de la red social de la víctima con el titular de «así se mostraba…» dando pie a la normalización de la violencia pues con notas como esas se pretende justificar la agresión por el tipo de comportamiento o vestimenta de la víctima.
Caso similar vimos en Veracruz hace apenas un par de días con una lamentable noticia que ocurrió en Tepetlán, donde después de ser reportada como desaparecida, el cuerpo de una menor de 10 años fue encontrado en una laguna. ¿Qué foto era la mejor para vestir la nota sin importar que una angustiada familia la buscaba? Pues claro, la del costal con su piecito asomándose a la orilla. ¿En qué momento situaciones tan atroces se volvieron tan normales, que mostrar imágenes tan perturbadoras para seres queridos de las víctimas se considera humanamente correcto?
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