Cabe decir que en su momento criticamos con severidad la cofradía de damas que, valiéndose de su condición de mujer, seducían a los funcionarios fidelistas y duartistas. Gracias a sus “encantos”, estas damas consiguieron buenas posiciones dentro de los gobiernos anteriores: regidurías, diputaciones, subsecretarías, aviadurías. Así como criticamos en su momento a las “Reinis” y a las “Barbys”, también nos parecería importante hacer un llamado a tiempo para alertar sobre la posibilidad de que se forje un lobby gay dentro del próximo gobierno.
Todo esto lo comentamos a partir de la publicación en redes sociales de una foto en la que el próximo secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, se besa con otro hombre. Información sobre la homosexualidad de Ramos Alor ya la teníamos, pero no la difundimos porque es su vida personal, no es noticia.
Pero ya a estas alturas preocupa a muchos morenistas que algunos puestos de confianza se estén otorgando no por méritos de militancia, o por la capacidad de trabajo, sino, dicen los morenistas, por sus preferencias sexuales. Ya había nubes “rosa” de tormenta en el gobierno de Cuitlahuac García y ahora estos relámpagos.