Si bien es cierto que una comida compuesta por estos ingredientes es común y no debería representar mayor problema, resulta indignante que contando con 3.5 millones de pesos destinados para los gastos de hospedaje; alimentación; transporte y montaje del escenario, a la CDI no le haya alcanzado para una comida más sustanciosa. La denuncia en redes sociales sobre el trato indigno no se dejó esperar, pues se trató de músicos de las 8 regiones del estado que, por cierto, cuentan con un repertorio admirable, a la capital oaxaqueña para ofrecer un concierto para 11 mil personas.
“Es una tristeza que ante la gran labor y esfuerzo que realizan las comunidades en preparar a sus Bandas de Música, el gobierno les devuelva una miseria con este tipo de alimentación”, es solo uno de los comentarios que se pueden leer en las redes sociales.